Nuestro barrio recibía con estupor la noticia de que la formación política de ultraderecha Vox convocaba en Vallecas su primer mitin de campaña para las elecciones a la Comunidad de Madrid, y nada más y nada menos, que en la Plaza Roja (así es como la conocemos las vallecanas y vallecanos, a pesar de que su nombre según el callejero es Plaza de la Constitución).
La Plaza Roja, un lugar emblemático del distrito de Puente de Vallecas, ha sido elegido ad-hoc por lo que representa. En ese punto de nuestro barrio se congregó el vecindario para llevar a cabo las Asambleas y diferentes comisiones del 15-M tras su inicio en la Puerta del Sol, fue donde la indignación dio voz a sus quejas y a las primeras movilizaciones juveniles tras la crisis, donde todas las formaciones políticas de la izquierda han realizado sus mítines de campaña y donde el vecindario convive entre sí cuando se realizan actividades culturales.
Todo este acto político del miércoles 7 de Abril forma parte de una estrategia que está calculada al milímetro por los responsables de campaña de dicha formación. Han querido dar el pistoletazo de salida en un barrio que ha sido maltratado sistemáticamente desde hace años y en el que, aunque tengan algunos parroquianos, saben que no son bien recibidos, ni son los más votados, por diversos motivos:
Nos han llamado «estercolero multicultural» a todos los que somos de la clase obrera o de barrios del Sur de Madrid, han denigrado a todas las razas, etnias y a la diversidad de nuestro barrio en todos sus discursos, sus tuits y canutazos ante los micrófonos. Se nos ha desprestigiado a las vallecanas y vallecanos en repetidas ocasiones, con el fin de culpabilizar al vecindario y señalar a Vallecas como el patito feo de la capital.
Cuando una formación política proclama actividades y leyes xenófobas, homófobas, machistas y clasistas, conductas todas ellas deleznables en una sociedad «democrática y tolerante», hay que demostrar un total rechazo. El que no frene estas conductas o le dé minutos para difundir su odio, está blanqueando a lo peor de la política del panorama actual.
Cuando esa misma formación aboga por limitar el acceso a la sanidad y su privatización, cuando quiere que la libertad en la enseñanza sea coartada con nuevas leyes retrogradas, cuando señalan a la población migrante como malhechores o cuando directamente discriminan por tu orientación sexual, tu estatus social o el barrio en el que vives, eso es lo realmente INTOLERABLE.
El filósofo austríaco Karl Popper describía en uno de sus relatos la ‘Paradoja de la Tolerancia‘, que dice así:
Cuando los intolerantes, gozan de libertad, se les ha de restringir, solo cuándo los tolerantes, sinceramente y con razón, crean que su propia seguridad y la de las instituciones que garantizan la libertad están en peligro. Karl Popper
Vallecas (Vallekas, si con «K» o como era nombrada en el antaño, el Valle del Kas) ha sido, es y será un barrio de izquierdas y Antifascista. Somos un barrio multicultural, inclusivo y tolerante y que luchará siempre contra la desigualdad y la opresión.
Tras que nos hayan maltratado y desprestigiado sin tapujos, la ultraderecha ha venido hoy a Vallecas, con el beneplácito de la Delegación del Gobierno (a pesar de la denegación para este acto desde la Junta Municipal de Puente de Vallecas y también desde el Ayuntamiento). Todo para caldear el ambiente, para polarizar más si cabe la actual situación de Madrid, conseguir la foto que les de la tan ansiada portada para que sus voceros y periódicos afines, les vistan de víctimas y raspar y sonsacar los votos de sus fieles, para no quedarse a las puertas en estas elecciones de su ansiado olimpo.
Quieren desviar el mensaje mediático a sus intereses, no quieren hablar de la precariedad laboral, de los contratos basura, de la explotación, de cómo la sanidad pública ha sido y está siendo hostigada, de la corrupción que les dio alas y de la que mamaron todo lo que ahora predican y que, con diferentes pactos, apoyan con tal de sentarse en la poltrona y tomar tajada.
Ojalá hoy, Vallecas hubiese actuado igual que «Ugao-Miraballes«, el municipio vizcaíno que recibió a Albert Rivera y los de su formación dándoles la espalda, con un silencio ensordecedor, cerrando todos los comercios, que finalizó con el sonido de las sirenas y caceroladas desde sus balcones para demostrarles que no eran bien recibidos en sus calles.
Hoy, Vox y los cuatro gatos que han venido a su mitin en Vallecas han conseguido solo una cosa, que se vea como son una vez más, cuáles son sus artimañas y que han intentado todo para salir en portada de cara a la campaña de Madrid. Se está estigmatizando a Vallecas para precarizar más a nuestro barrio y que seamos señalados, como siempre, por los altercados que se originan cuando no les queda otra alternativa que «entrar al trapo» o «bajar al fango» y que las cargas policiales generen más crispación si cabe.
Una plaza acordonada, controles policiales, identificaciones por doquier, insultos de unos a otros, violencia, cargas policiales… que causan heridos y detenidos. Soflamas políticas que actúan como gasolina que espera una chispa, para desestabilizar a un vecindario y encender a la población los unos contra los otros.
Cualquier persona con un mínimo de moral sabe que el racismo, la xenofobia, el machismo y la discriminación no caben en una sociedad civilizada y que quiera prosperar. Quien apoye esas actitudes, tiene un serio problema con la sociedad y sus conciudadanos. Quien las difunde, no es un político de altura, es un Pirómano .
Ante su odio, BARRIO.
VALLECAS NUESTRO
– Portal Vallecas –
Por y para la gente del Valle del Kas
