Por la Dignidad del Sur – #AyusoDimisión

Hoy me hierve la sangre. Me subo por las paredes al ver tanta hipocresía, tanto cinismo y tanta cara dura.

Han tenido meses para evitar que se llegue de nuevo a esta situación, para evitar estar de nuevo en el punto de partida de la pandemia. O son unos incompetentes, o no han querido. No hay otras opciones.

De todas las medidas importantes que se podrían haber tomado, ni una sola, repito, ni una sola se ha llevado a cabo. Ha sido un «fallo tras otro» que no cabe a lógica alguna.

Han intentado sacar tajada o beneficiar a sus colegas en todas y cada una de sus actuaciones: derivando los comedores de los centros escolares a empresas privadas, derivando las contrataciones de rastreadores a empresas privadas, derivando las PCR realizadas al profesorado a empresas privadas, evitando llevar a cabo cualquier medida para que la situación sea tal que IFEMA tenga que volver a ponerse en funcionamiento para que vuelvan a cobrar pasta los mismos… joder, es que «más claro agua».

Si se manifestaban en un barrio eran «defensores de la libertad» según el alcalde y si nos manifestamos ahora desde los barrios confinados, somos unos «irresponsables«.

Han tenido la osadía de decir que ahora no hay médicos, enfermerxs, sanitarios para contratar, y entonces ¿el nuevo Hospital para pandemias va a funcionar por arte de magia?

Tras todos los errores, han decidido confinar 37 zonas básicas de salud que han superado la incidencia de los 1.000 casos de contagio. Pero claro, aunque otras zonas cumplían este criterio epidemiológico, han quedado fuera de ese rasero: Moncloa, Lavapiés, La Latina, Sierra de Guadarrama… una doble vara de medir.

Dice el refranero español que «No hay peor ciego que el que no quiere ver» y por mucho que la prensa mediática de este país nos quiera vender la moto, en Vallecas y en otros barrios, su mensaje ya no cala.

Citando las nefastas palabras del segundo de abordo, el vicepresidente Ignacio Aguado: a los Vallecanos nos han obligado a ser «VIRUS» porque al evitar los refuerzos sanitarios, educativos y de transporte nos han impedido ser «Vacuna».

Desde cada gobierno, sea la Comunidad, el Ayuntamiento o el Gobierno central, están luchando por ver quien claudica antes, quien se come sus palabras y agacha las orejas y mientras se delibera esa batalla de egos en las cámaras y los medios, la ciudadanía está sufriendo, por la posibilidad de enfermar, de perder el trabajo, de proteger a sus hijas e hijos y a su vez está siendo señalada, encerrada, asustada con posibles sanciones y privada de un futuro digno.

A que se ha esperado: a que se haga una moción de censura, a que la Comunidad de Madrid se adelante y convoquen elecciones municipales o que se necesite realizar un 155 en Madrid…

Estamos a escasas horas del día D, el día en el que gran parte de la ciudadanía de Madrid será confinada con medidas restrictivas, de forma selectiva, sectaria, segregada del resto y abocada al fracaso (social, económico y democrático).

Ya no hay ninguna excusa posible:

Señora Ayuso, dimita