La Policía reduce a un hombre que retuvo a su expareja y su hijo amenazándolos con un cuchillo

El pasado jueves, un hombre irrumpía en la vivienda de su expareja a las tres de la madrugada en la calle Ramón Calabuig del distrito de Puente de Vallecas.

Una amiga de la inquilina llamó a la Policía para alertarles de que la expareja se había encerrado en la vivienda con su amiga y el hijo y les estaba amenazando con un cuchillo.

La amiga informaba a la policía de que la pareja había roto la relación hace dos años y que en la vivienda estaba la mujer de 25 años, el hijo menor de edad y un amigo que vivía también en el inmueble.

Varios agentes de la Policía Nacional y Municipal de Madrid acudieron al lugar de los hechos y cuando llegaron, la puerta del inmueble estaba cerrada y las ventanas tenían rejas metálicas que dificultaban el acceso. El agresor dijo en voz alta que no pensaba abrir la puerta y que utilizaría el cuchillo contra los agentes que intentaran entrar en el inmueble.

Mientras los agentes negociaban con el agresor, un agente municipal aprovechó que este individuo se asomaba por la ventana para inmovilizarlo por medio de hacer uso de una pistola táser.

En ese momento, los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid tiraron la puerta abajo con un ariete y los agentes pudieron rescatar a los inquilinos del inmueble. La mujer se encontraba muy asustada y alterada, llorando en el dormitorio y presentaba varias lesiones en el costado izquierdo a consecuencia de varios golpes que le había propinado el agresor. El hijo y el amigo de la familia habían intentado evitar la agresión y a pesar de la gravedad del suceso, no presentaban lesiones graves.

El detenido, de 29 años, fue trasladado a la Comisaría de Usera de la Policía Nacional y se le imputan varios delitos por retención ilegal, amenazas y tentativa de homicidio.

La delegada de Seguridad y Emergencias, Inmaculada Sanz ha querido agradecer en una rueda de prensa el trabajo de la Policía Municipal en este suceso: «Esta noche se ha evitado con toda seguridad una agresión y un posible homicidio por violencia de género, gracias al uso del dispositivo electrónico táser«.