La Comunidad de Madrid, con cuatro de sus hospitales entre los doce primeros en España que han realizado simultáneamente la inyección de un monitor cardíaco, se pone una vez más en cabeza de la aplicación de nuevas tecnologías sanitarias. Los servicios de Cirugía Cardiaca y Cardiología de los hospitales universitarios Ramón y Cajal, Puerta de Hierro, La Paz e Infanta Leonor han realizado en el mismo día, ayer día 5 de Marzo, varias intervenciones punteras para mejorar el diagnóstico de la enfermedad cardiovascular y arritmias cardiacas.
Se han inyectado varios dispositivos de monitorización cardiaca -holter insertable- que son los más pequeños disponibles en la actualidad para los pacientes. El Ramón y Cajal ha implantado uno a un paciente pediátrico, siendo la primera vez que se realiza este tipo de intervenciones; Puerta de Hierro, en 4 adultos; La Paz en un adulto; e Infanta Leonor, en un adulto.
En el Hospital Universitario Infanta Leonor de Villa de Vallecas, la intervención se realizó a una mujer de 64 años. La paciente había sufrido dos ictus en un solo mes y en dos territorios anatómicos distintos, por lo que presenta una sospecha alta de cardioembolismo. En este caso, se hizo una mínima incisión en la piel que ni siquiera precisó dar puntos de sutura, por lo que la paciente sólo fue sometida a anestesia local y no requirió ingreso hospitalario.
Se trata de un tipo de dispositivo un 80% más pequeño que otros, sin cables y de aproximadamente un tercio del tamaño de una pila normal y que proporciona monitorización a largo plazo, durante más de 3 años y con un 20% más de memoria que los holter predecesores, para ayudar a los facultativos a monitorizar el ritmo cardíaco y diagnosticar diferentes arritmias. Además de estas ventajas, este sistema proporciona monitorización remota diaria a través del sistema CareLink®, que permite a los especialistas recibir notificaciones cuando sus pacientes tengan un episodio cardiaco.
Situado justo debajo de la piel a través de una incisión de menos de un centímetro en la zona izquierda del pecho es, a menudo, casi invisible a la vista una vez implantado. Se coloca utilizando una técnica mínimamente invasiva, que simplifica el procedimiento. También es compatible con resonancia magnética, por lo que el paciente puede someterse a una si fuera necesario.
Felicitar desde aquí a los diferentes equipos sanitarios de los cuatro centros que realizaron estas intervenciones, punteras y que mejoraran el tratamiento, diagnóstico y seguimiento de estos pacientes.
FUENTES: Gabinete de prensa del Hospital Infanta Leonor