La policía desahucia el CSO La Atalaya de Puente de Vallecas
El operativo policial ha realizado el desahucio presuntamente sin notificación judicial
El CSO La Atalaya (Centro Social Okupa La Atalaya) ha sido y será un baluarte del barrio. El CSO La Atalaya es un espacio que antiguamente era un instituto de enseñanza secundaria (el IES Vallecas Maherit), propiedad de la Comunidad de Madrid, y abandonado a su suerte desde el 2011. Hace 10 años, en Diciembre del 2014, un grupo de vecinas y vecinos decidieron darle vida a ese espacio, se encontraron un lugar en escombros, sin ventanas y con gran deterioro, un lugar donde se robaban materiales y con varios avisos de incendios. Con la experiencia del barrio (compuesto históricamente por gente trabajadora y sabia en oficios) consiguieron rehabilitarlo y darle nuevamente un uso a este espacio.
Es importante señalar que hay que matizar que el presunto estigma que los medios intentan asignar a todas las ‘okupaciones’ no es correcto en muchas ocasiones. Porque, no es lo mismo ocupar una casa de un banco malo, una casa deshabitada y con la que se está especulando para inflar el precio del mercado para maximizar beneficios a costa del pueblo llano, que ocupar la casa de una familia. De igual manera, no es lo mismo ocupar un edificio abandonado a su suerte durante décadas por su correspondiente gobierno autonómico y hacer uso del mismo, aportándole un valor lúdico, social y hasta solidario para el bienestar del vecindario, que dejar durante más de diez años un edificio abandonado y sin uso y no dar explicaciones del motivo de dicho abandono por parte de las instituciones.
El CSO La Atalaya está ubicado en el número dos de la calle Puerto del Milagro del distrito de Puente de Vallecas, uno de los distritos con mayor índice de paro, con las tasas más bajas de inversión y con graves recortes en presupuestos por parte del Ayuntamiento de Madrid, factores que, en algunos casos, se han usado de forma intencionada durante años, para deteriorar el estado general del distrito y dar una mala imagen del mismo. Tal ha sido el descontrol y la inquina hacia este distrito, que tras llegar a un punto límite y gracias a la presión social, de las asociaciones de vecinos, los medios locales y las propuestas de la oposición autonómica y municipal, el Ayuntamiento se ha visto forzado a realizar una inversión millonaria para «arreglar» esta desigualdad palpable frente a otros distritos de la capital. Del «Vallecas no compensa» ahora han pasado ahora al «Apostamos por Vallecas» en su nueva campaña de presentación de presupuestos prevista para el 2025, donde los de siempre ahora se vanaglorian con campañas políticas de las grandes cifras tras años de abandono y pasotismo.
Estos recortes han afectado al mantenimiento de las calles y edificios públicos (como colegios, ambulatorios y centros de especialidades, dotaciones deportivas e infantiles…), a la limpieza de las calles, de los parques y las zonas interbloques, a la iluminación, han incentivado el cierre de negocios y de espacios culturales (ausencia de cines, teatros y centros sociales) y aunque no se mencione por parte de la clase política, han delimitado el acceso a actividades lúdicas a jóvenes y familias, con pocos recursos. En los últimos años, el encarecimiento del ocio ha provocado que muchos menores no tengan acceso a una amplia variedad de opciones, creando un estado de desigualdad entre jóvenes de una misma ciudad. Recordemos que Puente de Vallecas es en uno de los distritos con mayor población de Madrid (cerca de 258.000 personas).
El CSO La Atalaya abrió sus puertas con una serie de premisas claras: dotar al barrio de un espacio abierto, social, que no dejase a nadie de lado, que permitiese a los chavales del barrio tener acceso a actividades de todo tipo, un espacio para un ocio sano y accesible, abierto donde debatir, donde expresarse y denunciar, donde compartir conocimientos, donde poder ayudar a los demás o donde poder recibir ayuda en los momentos más acuciantes y festejar en el tiempo libre los logros y los eventos más importantes de los colectivos populares del barrio.
Gracias al CSO La Atalaya muchísimos chavales del barrio han disfrutado de actividades deportivas gratuitas (rocódromo, skate, gimnasio, aprender defensa personal para protegerse ante la violencia machista, capoeira), de proyecciones de películas y documentales, debates sociales, han podido aprender a arreglar bicis y monopatines o solventar problemas estudiantiles gracias a clases de refuerzo, aprender y estudiar tranquilamente en la biblioteca, disfrutar de sus libros, y muchas familias han podido recibir alimentos y bienes de primera necesidad que el vecindario donaba para apoyarse mutuamente en las diferentes etapas del Covid, hasta juguetes en las épocas navideñas.
Como todos los espacios recuperados del abandono institucional, el CSO La Atalaya ha dado mucho para hablar de él. En él se han realizado infinidad de actividades, charlas, debates, se han realizado eventos de colectivos y asociaciones de Vallecas, se ha hecho algo que no le gusta a la clase política: señalar su incompetencia y su dejadez. Señalar que, entre tanta corrupción y comisiones, el dinero no llega a donde tiene que llegar. Los recortes presupuestarios intencionados (infrafinanciación con un claro objetivo de desfalco a los servicios públicos por parte de la administración pública), están rompiendo nuestra sanidad pública, perjudicando al sistema educativo y pauperizando a nuestro barrio, para dar alas a la privatización y el capitalismo inmobiliario.
Mientras nuestras calles están sucias y rotas, las calles del centro y de los distritos ricos del norte están impolutas. Vayan a dar una vuelta por Chamberí o Ríos Rosas, a ver qué se encuentran: otra ciudad, la ciudad de la abundancia. En infraestructura pública, en los barrios del Sur se invierte proporcionalmente tres veces menos que en los del Norte. Sólo por vivir en el Sur de Madrid, la esperanza de vida se reduce 4 años.
Vallecas y en especial el distrito de Puente de Vallecas es un punto clave, es un barrio limítrofe de la almendra central de Madrid, que en ciertos puntos, está perdiendo su esencia por este afán capitalista, que quiere gentrificar la zona y echar a su población original para dar paso a todo tipo de negocios.
El motivo por el que el CSO La Atalaya fue desahuciado ayer está muy claro: INCOMODA AL GOBIERNO AUTONÓMICO y AL CENTRAL. No quieren que la gente este organizada, socialice y confronte sus ideas, su intención es que nadie discrepe ante la ineptitud política.
Dice el dicho griego «Divide y Vencerás«, y ese es el plan, separar a la población, no permitirla que lleguen a consensos, acallar su voz, evitar crear conciencia entre la juventud y polarizarla a base de desinformación y fanatismo partidista. En resumen: que nadie señala su incompetencia política como servidores públicos, que no haya disidencia, que nadie opine ante sus corruptelas, que seamos dóciles ante las injusticias, las privatizaciones, el encarecimiento de la vida y la desigualdad presupuestaria dictada por la administración según sus intereses políticos e ideológicos.
Este martes 26 de Noviembre la calle Javier de Miguel amanecía con la presencia de un amplio despliegue de vehículos de policías antidisturbios (los testigos indican que por lo menos había 22 «lecheras»), apostadas para desalojar el Centro Social Okupa La Atalaya. Dicho operativo policial se presentó en el lugar, presuntamente sin ningún tipo de notificación judicial (lo cual es ilegal) para echar a las pocas personas que estaban allí, y cerrar el edificio a cal y canto.
Acaban de desalojar el @CSO_Atalaya , poniendo fin a 10 años de actividades culturales, sociales, deportivas…en un barrio carente de equipamientos. Aunque la Comunidad de Madrid no tiene ningún plan para el edificio, prefieren verlo de nuevo vacío y abandonado. Vergonzoso. pic.twitter.com/VzTTVN125J
— FRAVM – Federación Vecinal de Madrid (@FRAVM) November 26, 2024
Tras el desahucio, el CSO La Atalaya ha emitido el siguiente comunicado desde sus redes sociales y convocaba una concentración que congregó a una gran multitud de personas y colectivos de Vallecas, que dio paso a una manifestación por las calles del barrio culminando ante la Junta Municipal del distrito:
Hoy martes 26 de noviembre de 2024, a las 09 de la mañana, 7 dotaciones de UIP han desembarcado en el CSO Atalaya para ejecutar un desalojo sin presentar orden alguna, y sin previo aviso. Esta maniobra viene por lo tanto de mano de la Delegación del Gobierno (ese que se hace llamar progresista e incluso el más progresista de la historia). Hace presencia también el IVIMA puesto que el suelo es responsabilidad de la Comunidad de Madrid.
En el proceso de desalojo se ha intentado negociar el poder recuperar los materiales del interior del CSO. Los representantes del IVIMA se han mostrado favorables, pero la UIP de la Delegación del Gobierno ha acotado a que solo pudiesen sacar los materiales 10 personas identificadas durante una hora.
Puerto del Milagro n°2 era un instituto no solo vacío, sino totalmente abandonado al vandalismo por las instituciones, en un barrio donde cada vez vemos más recortados los servicios públicos. Hace una década unas decenas de jóvenes decidimos entrar y recuperar este espacio público para darle una actividad social, cultural y política al servicio de los intereses e inquietudes de la juventud vallekana y a toda la población. Algo no solo positivo para el barrio, sino totalmente legítimo desde cualquier punto de vista. Durante estos diez años, miles de personas han pasado por sus pasillos, patios o talleres. Ha tocado la vida de todas esas personas y tejido redes de apoyo mutuo que ya nunca se podrán borrar.
Se han superado varios intentos de desalojo tanto por la via administrativa como por la via penal, demostrando siempre ante la institución que tocase que La Atalaya Resiste. Pero espacios como éste no entran dentro de los planes especulativos que tiene el régimen para una periferia cada vez más céntrica de Madrid. Degradan nuestro barrios, hacen inaccesible la vivienda, para gentrificar, turistificar, destruir y absorber barrios populares; a pesar de las vidas de sus vecinos y vecinas.
Queremos señalar a los responsables de esta atrocidad contra el vecindario y contra el movimiento popular. Al Delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín Aguirre del PSOE; y al director de la Agencia Social de la Comunidad de Madrid, Eusebio González Castilla del PP.
Vallekas no olvida, y Vallekas no perdona. Pero sobre todo, Vallekas no se rinde y seguiremos luchando, creando espacios y movimiento popular, hasta vencer y recuperar lo que como trabajadores y trabajadoras nos pertenece: TODO.
Terminamos este comunicado sobre el desalojo del CSO Atalaya, con los mismos versos de Pablo Neruda con los que empezamos la rueda de prensa cuando presentamos el CSOJ Atalaya el 29 de noviembre de 2014
Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños
LA ATALAYA RESISTE! VALLEKAS RESPONDE!
10! 100! 1000 CENTROS SOCIALES!
La Atalaya no se toca.#VKRESPONDE pic.twitter.com/XZ3NQJgZqB
— #Dani Gago (@DaniGago76) November 26, 2024
Creemos que la mejor manera para acabar esta noticia es con una canción vallecana muy relacionada con lo acontecido, ‘DESALOJO‘ de la Vallekana Sound System:
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