V Marcha por el cierre de la incineradora de Valdemingómez
El Ayuntamiento de Madrid quiere mantener operativa la incineradora hasta 2035
Este domingo, más de 300 personas han participado en la V Marcha por el Cierre de la Incineradora de Valdemingómez, organizada por Ecologistas en Acción, la FRAVM y la Asociación Grama para denunciar la política de residuos del Gobierno regional y el intento de perpetuar una década más el funcionamiento del Parque Tecnológico de Valdemingómez y su incineradora.
Las vecinas y vecinos que han participado en la marcha han reclamado al Ayuntamiento de Madrid que se realicen mediciones mensuales en inmisión de contaminantes orgánicos persistentes en el entorno de Valdemingómez y la retirada del proyecto de Estrategia de Prevención y Gestión de Residuos que prolongación la vida de la incineradora hasta 2035.
En la marcha han participado miembros de las mancomunidades de residuos del Este, Sur y Noroeste (Plataforma Aire Limpio Norte, Getafe/Pinto, Mancomunidad Este y Mesa por el Cierre de la Incineradora de Valdemingómez). En las dos últimas mancomunidades, se está tramitando la ampliación de los vertederos de Pinto-Getafe y Colmenar Viejo.
Entre sus solicitudes, esta una gestión de residuos diferente, respetuosa con el medio ambiente y la salud de las personas, evitando la incineración y el vertido descontrolado que el Ayuntamiento lleva realizando en los últimos años, por medio de llevar a cabo un decremento en el consumo masivo y el uso de ciertos materiales que generan altas cantidades de residuos, que posteriormente están siendo incinerados, aunque eso ponga en peligro nuestra salud con dioxinas carcinógenas.
El Gobierno del Ayuntamiento de Madrid, lejos de confirmar el cierre de la incineradora en 2025, propuesto en la fallida Estrategia de Prevención y Gestión de Residuos de la Ciudad de Madrid 2017-2022, pretende perpetuar la quema de basura, hasta 2035. Todo ello a pesar de que varios estudios acreditan la existencia, en el entorno de la incineradora, de alarmantes concentraciones de compuestos químicos (dioxinas y furanos) perjudiciales para la salud, vertidos de cenizas tóxicas a la intemperie y las tasas más elevadas de metano de toda Europa (detectadas por el satélite europeo Copernicus Sentinel-5P de la ESA).