Madrid rinde homenaje a la piloto vallecana María de Villota en Puente de Vallecas
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida ha inaugurado un monolito en homenaje a la piloto vallecana María de Villota en la calle Melquíades Biencinto de Puente de Vallecas, frente a la parroquia San Ramón Nonato, en un acto en el que ha estado acompañado por los padres de la piloto.
El monolito ha sido ubicado frente a la parroquia San Ramón Nonato que fue construida por su antepasado Isidro de Villota y donde la piloto yace en el panteón familiar.
Junto a Almeida, han rendido homenaje a su memoria la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy, y el concejal del distrito, Borja Fanjul, además de representantes de los grupos municipales, familiares y miembros de la Fundación María de Villota.
La colocación de este monumento fue aprobada por unanimidad en el Pleno del distrito de Puente de Vallecas de noviembre de 2018. El diseño, elegido por la familia de la piloto y por miembros de la fundación que lleva su nombre, incluye un monolito en granito de 1,60 metros de altura coronado por una placa en la que aparece la estrella roja de la suerte diseñada por la propia piloto, imagen de sus proyectos solidarios, y la frase de Villota:
Deseo que, sin pasar por un accidente como el mío, podáis sentir la alegría de estar vivos y disfrutar del regalo de la vida María de Villota
Frase que, a juicio del alcalde, muestra “el ejemplo y la inspiración de personas como María” que demostró “que, a pesar de todas las adversidades, dentro de todos y cada uno de nosotros tenemos la capacidad para poder superarlas”. Almeida ha destacado la capacidad de superación de la piloto a lo largo de toda su vida: “María ejemplificó con su vida, con una extraordinaria carrera deportiva, además de ser una mujer pionera y una mujer que debe servir de inspiración desde el punto de vista de la grandeza humana”.
Pionera en la Fórmula 1
María empezó corriendo en Karting a los 16 años y en el año 2000 debutó por primera vez en un monoplaza en la Fórmula Castrol, pasando por la Fórmula 3 y algunos años después, dedicándose a los Turismos compitiendo en la Ferrari Challenge y el Maserati Trofeo, entre otras competiciones.
En 2011 se unió al equipo Renault de Fórmula 1 para representarlos en diversos eventos y, un año después, pasaba a formar parte del equipo Marussia como piloto de pruebas, donde se posicionó como la primera mujer en ingresar al mundo de la categoría reina del automovilismo.
Tras 25 años sin representación femenina, María de Villota (1979-2013) fue pionera en la Formula 1, obteniendo magníficos resultados tanto en campeonatos internacionales como nacionales, donde logró alzarse con los títulos de campeona y subcampeona de España en diversas ocasiones. Entre sus múltiples reconocimientos, en 2008 fue nombrada embajadora del Día de la Mujer para la Comunidad de Madrid y en 2009 y 2010 recibió el Premio Silvestre del año y el Premio Siete estrellas de la Comunidad de Madrid, respectivamente.
Su compromiso como embajadora contra la violencia de género continuó al aceptar el cargo de embajadora de la Comisión de la Mujer de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en junio de 2010.
Tras la recuperación de un grave accidente sufrido en 2012 en el aeródromo de Duxford mientras realizaba unas pruebas de aerodinámica para su equipo, se comprometió con diversas causas sociales, siendo la madrina de la Fundación Ana Carolina Díez Mahou, cuya misión se basa en mejorar la vida de niños con enfermedades neuromusculares y mitocondriales, y con el Comedor Social San José, que ha visitado también el alcalde, cuya actividad forma parte del ‘Legado María de Villota’.
Poco a poco retomó el contacto con el mundo del motor, trabajando por la seguridad vial en carretera y formando parte de la Comisión de Pilotos de la FIA.
Tras su inesperado fallecimiento en 2013, le fue otorgada la distinción de la Real Orden del Mérito Deportivo a título póstumo y un centro educativo público de Villa de Vallecas recibió su nombre.
Ahora, será recordada con este bonito homenaje en el barrio que la vio crecer.